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La clave para acceder a tu potencial como deportista

La clave para acceder a tu potencial como deportista

En el pádel, a veces nos enfrentamos a situaciones que nos hacen sentir incómodos y afectan cómo jugamos. ¿Sabías que esto tiene mucho que ver con lo que pensamos en nuestra mente? El juego interior, como lo llaman en el mundo del deporte, es la forma en que pensamos mientras jugamos. Si estamos preocupados o nos criticamos mucho a nosotros mismos, puede que nuestro rendimiento no sea el mejor.

Imagina esto: ¿Quién crees que aprende a esquiar más rápido, un niño o un adulto? Resulta que los niños aprenden más rápido porque no se critican ni se preocupan tanto como los adultos. Ellos simplemente disfrutan del juego y aprenden más fácilmente. Los adultos, en cambio, a veces se enredan en pensamientos y autocríticas que les dificultan aprender rápido.

El juego interior es esa voz en nuestra cabeza que a veces nos dice lo bueno o malo que somos en algo. Pero debemos aprender a dejar de escuchar esa voz cuando jugamos. Es como cuando éramos pequeños y aprendíamos a caminar, lo hacíamos sin pensar demasiado, ¿verdad? Simplemente, lo intentábamos una y otra vez hasta que lo lográbamos.


Cuando jugamos al pádel, es importante no criticarnos tanto y dejar que nuestra mente y cuerpo trabajen juntos sin preocupaciones. Si nos enfocamos en disfrutar el juego, aprendemos y mejoramos más rápido. 

Es importante prestar atención a cómo nos sentimos y que pensamos mientras jugamos, ya que la mente tiene un gran poder sobre nosotros. Aprender a ser conscientes de nuestros pensamientos y emociones nos ayuda a ser mejores jugadores y a sentirnos mejor con nosotros mismos.

El problema que se repite en muchas ocasiones no es que no se sepa que hacer, el problema es qué no se hace lo que se sabe. Los obstáculos generalmente son falta de concentración, nerviosismo, dudas sobre nosotros mismos y excesiva autocrítica. 

La habilidad clave a desarrollar en el juego interior es la “conciencia libre de juicio”. Cuando desarrollamos la “conciencia libre de juicio” eliminando nuestra tendencia a juzgar cada situación o comportamiento, descubrimos que no necesitamos la motivación de un crítico interno para cambiar nuestros “malos” hábitos. 

Puedes entrenar a tu cerebro para que busque las cosas buenas del partido o entrenamiento para ayudarte a ver más posibilidades de solución. La diferencia entre ocuparse por ganar y ocuparse por ser nuestra mejor versión como jugador de pádel es muy diferente.

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